La lactasa es una preparación líquida purificada de lactosa, aislada a partir de la levadura láctica Kluyveromyces lactis.
La lactasa hidroliza la lactosa en glucosa y galactosa. La velocidad de reacción depende de la temperatura, del pH, de la concentración de lactosa y de la dosis de la enzima. Su rendimiento óptimo se obtiene en condiciones de pH (6,3 – 6,7) y de temperatura (35 – 40 C) muy próximas a las condiciones naturales ya que la propia lactasa es un derivado de una levadura láctea. No obstante, la lactasa es también activa a bajas temperaturas de hasta 4 C , lo que permite continuar el tratamiento durante el almacenaje nocturno.
La leche así hidrolizada, con bajo contenido en lactosa, es más fácilmente asimilable ya que la lactosa únicamente puede ser absorbida por el organismo si previamente ha sido transformada en glucosa y galactosa. Así, una gran parte de la población mundial, que es intolerante a la lactosa, puede beneficiarse del alimento casi perfecto que nos ofrece la naturaleza: la leche.
La lactasa ha encontrado asimismo numerosas aplicaciones en el tratamiento del lactosuero. Los lactosueros hidrolizados encuentran cada vez más aplicaciones en la alimentación humana y animal.